Ha dado comienzo el arreglo de la carretera entre Villanueva de la Nía y Quintanilla de las Torres cumpliéndose la promesa hecha por el presidente cántabro Miguel Angel Revilla el pasado año. Una vez ejecutada la obra el nuevo vial tendrá una anchura de 6,50 metros y contará con aceras/cunetas correspondientes y nueva instalación de alumbrado público en los pueblos afectados.
Dicho así, los residentes y quienes frecuentan esta carretera, se llenan de satisfacción y en estos días se quedan sofocados por la emoción al contemplar la violencia transformadora de las máquinas.
Pero no señores, no. Entre los escasos 14 kilómetros de calzada que se van a transformar existen dos tramos, uno de un kilómetro y otro de 800 metros que corresponden a los pueblos de Lastrilla y Cezura, ambos pertenecientes a la provincia de Palencia y que según nos informan y a juzgar por lo que se ve, no van a participar de las mismas bondades al ser parientes pobres del progreso.
Así que, señores conductores, relájense. Pero cuando transiten por esta carretera de Valderredible tomen las debidas precauciones ya que aunque al principio dé la impresión de que han puesto banda sonora a las ruedas de su coche, muy en breve se encontrarán con los dos pequeños tramos donde permanecen, además de la estrechez, los trazos de las arrugas grabadas por el paso del tiempo.
Los usuarios no terminan de asimilar lo que está sucediendo. El ayuntamiento de Pomar de Valdivia al que pertenecen las dos pedanías tenía claro que la carretera que pasa por Lastrilla y Cezura iba a participar de las mismas características que el resto del trazado. Pero a la hora de la verdad en las arcas de la Diputación Provincial no han encontrado más que buenas palabras en la forma acostumbrada. ¿No hay fondos para arreglar los escasos dos kilómetros que corresponden a estos dos enclaves o no hay voluntad política para hacerlo? Es importante aclarar que la Diputación Provincial sólo tendría que asumir los gastos originados por la expropiación de la parte correspondiente a las fincas. No de la transformación del vial cuyo costo sería asumido por la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria, según informaciones de los técnicos que están sacando las cotas de nivel.
Con anterioridad ya se cometió el mismo error en la carretera que viene de Polientes en dirección Villanueva de la Nía, a la altura de Báscones de Ebro perteneciente también a la provincia de Palencia.
No se entiende que esto pueda ocurrir en los años que corren. Es una vergüenza, exclaman quienes por allí pasan. De ahí que no haya faltado algún avispado que haya bautizado ya la carretera de Valderredible como la de “Las Tres Vergüenzas”: la de Báscones de Ebro, ya consumada, la de Lastrilla y la de Cezura.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario